sábado, março 21, 2009

No dia da poesia e das árvores (mesmo das que vivem depois da morte)

Fotografia de Manuela Ramos - O velho ulmeiro de Miguel Torga (S. Martinho de Anta)



Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verde le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los alamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
hunden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que, rojo en el hogar, mañana
ardas, de alguna misera caseta
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hacia la mar te empuje,
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

Antonio Machado

1 comentário:

Anónimo disse...

Muito triste ver este gigante morto,provavelmente pela doença do ulmeiro holandes,e assim se perde uma especie que foi tao comum no nosso país...como também inumeros cultivares,o que nao deixa de ser uma perda cultural e de diversidade,ainda que criados pelo ser humano.abraço